Hace muchos, muchos años una joven estudiante de diseño de la Escuela de Artes aplicadas y Oficios Artísticos de Valencia, atendió junto a unos compañeros, un anuncio en el tablón de
idems de la escuela en el que se ofrecía comprar estampados. Ni cortos ni perezosos, dado su ímpetu y ganas de hacer cosas en este negocio, las jóvenes crías de diseñador, se presentaron a semejante y tentadora convocatoria, habiendo
pesetillas por el medio, el asunto era ideal.
Presentados nuestros
estampadillos para pijamas infantiles,
calzoncillos de hombre (se llevaban mucho con
muñequitos, si, era esa época),
sabanitas... se quedaron con los míos ¡yupiiiii!. Aquellas amables personas los llevaban a Barcelona donde los vendían. Cuando regresaban me pagaban los que decían que habían vendido, cinco mil pesetas cada uno.
Pero, he te aquí, que de repente, después de uno de aquellos viajes, ya no me llamaron, entonces llamé yo, y me dijeron que no habían vendido ninguno. Entonces, en un gesto de lucidez nada propia en una chica de 18 años, les pedí que me los devolvieran, pero
OOOOH! pardiez!, no los encontraban. Mosqueada cual
vedette sin lentejuelas, me personé en el domicilio de los susodichos, me dijo El, que se habían separado y que fuera al domicilio de ELLA que los tendría. Allí que fui, cual
Juana de Arco, Agustina de
Aragon y Cristina
Almeida, todo en una,
perooooo, no los encontraba, no no los encontró... un montón de estampados perdidos en la inmensidad... y sin cobrarlos.
Evidentemente, entonces no tenía
escaner, ni siquiera
pc, así no tengo constancia de ninguno de ellos. A veces me pasa como al niño del Sexto sentido con los muertos, pero a mi con aquellos estampados, los veo, o los veía, claro.
Algunos de aquellos estampados me quedaron por ahí, y otros que formaban parte de proyectos de la escuela. Este
personajillo, a quien con poca amabilidad llamaba "gusanillo", me servía tanto para estampados
como para viñetas y me daba mucho juego.
Tenía otra línea (esto ha quedado un poco
pedantillo), que yo llamaba
novechento, si con
ch, y que también me daba mucho juego, ya la conocéis porque he utilizado un par como cabecera del blog.
Y con esto creo que juro no volver a cargar más imágenes utilizando el modo Redactar de Blogger que me tiene hasta...
Pongo unos cuantos más porque ya los tengo
escaneados que si no, no los he arreglado con
photoshop, podría haber limpiado, pero tampoco es cuestión de ponerlo tan fácil y vosotros ya os vais haciendo una idea.
Uno de ellos lo bordé en mi alfiletero que también está
sobao,
sobao, pero que hace su función como el primer día.