El domingo, estando fuera, recibimos una llamada de un vecino, nos habían reventado la puerta del trastero… haleeee, a perro flaco todo son pulgas. Total se han llevado una bici y un router que no va, pero la puerta para la basura, no fueron los únicos, osea, mogollón de trasteros. ¿Qué buscaban?, ni idea, trastos supongo… bah, chiste fácil.
El caso es que llamamos a la poli y vino un coche Z, esto me encanta, y dijeron que vendría la policía científica… ¡tacháaaan! Ya me imaginaba yo a Grissom husmeando en mi trastero. Me hizo mucha gracia, me dio incluso la risa floja.
En esto que me llama el CSI, no era Grissom, pero bah! A mi me hacía ilusión igual, nos disponemos a bajar al garaje y se atasca el ascensor, lo intentamos por la puerta exterior y la puerta atrancada ¡los ladrones entran y nosotros no podemos acceder!
En fín, lo conseguimos, y “su diligencia” se dispone a tomar huellas, abre el famoso maletín, al que yo no quitaba ojo, anda que no soy peliculera ni nada.
Guantes azules, polvitos negros para las superficies claras, polvitos blancos para las oscuras… mucho polvito para NADA, ¡ni una sola huella que sirva!, entonces me explica que si las manos están sudadas o mojadas no se quedan con claridad.
Pero bueno, digo yo, que los cacos, por muy desaboríos que sean, su poquita de ansiedad si que la tienen, y la ansiedad produce sudor, con lo cual deduzco que… ¡Grissom tampoco encuentra huellas de los asesinos de verdad!, osea, de mentira, bueno, yo me entiendo…
Esta moto que os pongo, fue para unas camisetas allá por el año que pone en la misma. Pienso en hacer muchas cosas estos días, tengo que ir concretando, pero, poner una pequeña tienda en este blog es la que más puntos tiene a favor, ¿qué os parece?¿os animarías a comprar alguna de mis acuarelas?, esto es un sondeo de mercado en toda regla.